Los neumáticos son una parte fundamental de nuestro vehículo, son el único punto de contacto entre el coche y la carretera. Mantenerlos en buen estado es vital para garantizar nuestra seguridad en el viaje, y la de los que nos rodean.
Los neumáticos en mal estado pueden pasar desapercibidos a simple vista, pero pueden ser mortales en el momento en que los usamos. A medida que los neumáticos envejecen, se van volviendo más susceptibles al desgaste, lo que puede provocar una pérdida de agarre en la carretera.
El agarre es esencial para la seguridad de los pasajeros. Si los neumáticos no tienen una buena adherencia a la carretera, pueden resbalar fácilmente cuando se intenta frenar o girar, lo que puede provocar un accidente. Además, si los neumáticos no están correctamente inflados, el vehículo se vuelve más difícil de controlar y reduce la eficiencia de la frenada.
Los neumáticos en mal estado también pueden provocar que el coche vibre, lo cual puede afectar a la comodidad de los pasajeros, la dirección del vehículo y aumentar el desgaste de otros componentes del coche.
Es importante comprobar el estado de los neumáticos periódicamente, en busca de signos de desgaste y daño.
Los neumáticos deben reemplazarse cuando:
Mantener los neumáticos en buen estado es fundamental para garantizar la seguridad al volante. Es importante revisarlos periódicamente y reemplazarlos de forma regular si es necesario. No sacrifiques ni tu seguridad ni la de otros en la carretera por no prestales atención a tus neumáticos.